La floración del almendro es fugaz, de belleza efímera, pero espectacular. Hay que darse prisa cada año si se quiere hacer un reportaje en ellos, y estar muy atentos, porque apenas duran unos días.
Para Silvana y Arturo tuvimos mucha suerte al elegir la fecha, pues semana y media después, todo parecido con la realidad, era pura coincidencia. Además, un manto amarillo de flores, plagaba todo el suelo, y el resultado fue espectacular.
Su amor hablaba por ellos, y esa complicidad que tienen, hizo que la sesión preboda fuera mágica. Silvana eligió un par de vestidos que nos dieron mucho juego con el viento, y que le sentaban fenomenal, además de ir muy en sintonía con el entorno.
Si te ha gustado, date un paseo por la preboda de Antonio y Cristina, que seguro que te encantará.