Ser los elegidos para capturar el gran día de Isabel y Antonio, fue todo un orgullo. Desde nuestra querida Sevilla, su lugar de residencia, se ponían en contacto con nosotros, a través de las redes sociales, para contarnos con toda la ilusión, el gran día que estaban preparando en la ciudad de origen de Antonio, la bella Cádiz. Nos hizo mucha ilusión que esta pareja de cofrades y flamencos nos dieran el «sí» para hacer eterno su gran día.

Y allá que nos fuimos, maletas y equipo en mano, en un fin de semana de diciembre que abría las puertas a una navidad mágica (ni que decir tiene lo que nos gustan las bodas de invierno, y más aún, de navidad)

En esta ocasión, comenzamos al revés, con los preparativos de la novia, en el precioso parador de Arcos de la Frontera. Isabel deslumbraba con su sonrisa, y para la ocasión, eligió un precioso vestido con capa de Malula By Alicia y María , unos zapatos azules de Uniq y una espectacular tiara de joyería Santa María de Sevilla. Del estilismo se encargó Patricia Atienza que la dejó aún más guapa si cabe. Momentos íntimos y emotivos que vivimos, especialmente, cuando su padre la vio por primera vez, vestida de novia.

Por su parte, Antonio se preparó en el domicilio familiar, acompañado por sus personas más íntimas, lo que propició un ambiente tranquilo y en el que se pudo saborear y disfrutar de cada momento. Eligió un chaqué de corte clásico de Scalpers con un bonito chaqué verde oliva, y una corbata azul marino con topos. Sin duda, un estilo muy elegante.

La ceremonia tenía lugar en la bella Parroquia de Santa María de Gracia, en el pueblecito encantador de Espera (Cádiz). Destacar su gran retablo, que para la ocasión había decorado la Floristería Morales, de Arcos de la frontera, de la mano de Rubén, amigo de los novios y al que habían añadido algunas piezas de orfebrería de la hermandad de Antonio de Cádiz. Fue una ceremonia muy emotiva, en la que sonaron algunas marchas cofrades, como la Esperanza de María en la entrada del novio.

Tras la salida entre pétalos y confeti nos dirigimos a hacer la sesión de pareja, que se dividió en dos partes, aprovechando la cercanía de ambas: en el Castillo de Fatetar, con sus espectaculares vistas, que bien les sacamos partido con el rolls royce de Alquiclasic y en un molino de aceite, en el que la luz se colaba por rincones mágicos.

Y por fin, llegábamos a la Hacienda Candelaria, preciosa en cada uno de sus rincones, y magníficamente decorada con un gusto exquisito, eligiendo la temática navideña para ello. La celebración tuvo lugar en el bello patio (copa de espera) para más tarde pasar al salón dónde se serviría la comida.

El colofón final, tuvo lugar en la barra libre, dónde novios e invitados no pararon de cantar y bailar a los sones del grupo El Tumbaor que hizo las delicias de todos.

Sin duda, una boda preciosa, llena de encanto y con mucha magia.

Lugar de Celebración: Hacienda Candelaria
Vestido: Malula By Alicia y María
Chaqué: Scalpers
Deco Floral: Floristería Morales
Zapatos:  Uniq
Joyería: joyería Santa María
Música en directo: El Tumbaor y Coro Calle San Francisco
Animación :Eventos la Pinatarie

Si te ha gustado esta boda, no te pierdas la de Patricia y Carlos en Quinta Monteguerra

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