Boda en Quinta Monteguerra

06/05/2023 / Deja un comentario

Si tuviésemos que destacar algo de ellos, sería, sin duda, sus sonrisas infinitas, que no se les borran nunca de la cara. Además, el día de su boda derrochó magia y buen gusto.

Comenzaba el día con sus preparativos. Ambos eligieron la propia Quinta Monteguerra para vestirse, todo un acierto, pues es un lugar lleno de encanto, con estancias amplias y muy luminosas, algo muy importante para que nuestro trabajo, y por lo cuál, los recuerdos del gran día, queden lo mejor posible.

Carlos eligió un elegante chaqué azul marino de A Tu Medida , con corbata y chaleco a juego en tonos azules, y le ayudarían a vestirse sus familiares más íntimos: padres, hermanos y su bonita sobrina. Por su parte, Patricia lucía un precioso y sencillo Pronovias con una larga capa que salía desde sus hombros, y un bonito velo. El look lo complementaban sus Mariela Shoes y su ramo de Puri GC. En sus preparativos, además de sus padres y hermana, la acompañarían sus mejores amigas y sus sobrinas, y se vivieron momentos de mucha emoción.

La ceremonia fue muy cuidada por el equipo de Margo Wedding Planner , así como el resto del evento. Tuvo lugar en un entorno precioso, con la antigua ermita de la finca de fondo, y no faltaron las flores. El pasillo, que adornaban unas alfombras de yute, estaba repleto de capazos con eucalipto y distintos tipos de ramas, mientras que a los novios les albergaba una bonita composición octogonal con pampas, palma y eucalipto, que luego se aprovecharía también para su sesión de pareja. Entre lágrimas de emoción y risas, los discursos se iban desarrollando.

El cóctel fue de lo más divertido. Los novios anunciaban su llegada con bengalas de humo, y el grupo flamenco Son la Sal amenizaron el ambiente con su música, con la que más de uno se arrancó a bailar. Así continúo el ambiente para entrar a la comida, a cargo del catering Lady Gemma, destacando su calidad y buen servicio. El salón, que de por sí destaca por su originalidad, estaba decorado con mucho gusto. En el trascurso de la comida, sucedieron diferentes sorpresas y regalos.

Antes de pasar a la parte de fiesta y barra libre, «secuestramos» unos minutos a los novios, para aprovechar la luz del atardecer y realizar una segunda sesión en algunos rincones de la finca en los que la luz tenía ese tono suave que tanto nos gusta. Tras esto, y ahora sí, la fiesta comenzó por todo lo alto, y los invitados disfrutaron de lo lindo con los rincones de 360º a cargo de Fotomatón Fama y la Glitter Station, tan de moda últimamente en las bodas.

Una boda preciosa, unos novios de 10 y un día que ya tenemos grabado en nuestro corazón.