Para un fotógrafo de bodas, tener la oportunidad de trabajar en un lugar tan emblemático como Nueva York, es un privilegio y un honor.
Diana y Ryan, de Philadelphia, querían realizarse un reportaje por las calles de Manhattan y fue una alegría que nos eligieran a nosotros para realizar la que sería nuestra primera boda de destino.
Fue precioso pasear con ellos por Central Park, dónde las ardillas son verdaderas protagonistas. La Catedral de San Patrick se alzaba victoriosa contrastando con los altos rascacielos de su alrededor, y en la bonita estación de Gran Central llamaron la atención a todo aquel viajero que pasaba a su lado.
Pero fue en Times Square dónde el color y la luz nos invadió y bailamos entre taxis amarillos y la mirada simpática de los viandantes. Allí fue como vivir una película y casi nos tienen que pellizcar para darnos cuenta que era realidad.
En la estación de metro de Times Square finalizamos nuestro reportaje de boda en New York, con un gran sabor de boca y deseando repetir en otros lugares del mundo.